PROBLEMAS EN EL ECOSISTEMA MARINO
- DESEQUILIBRIO EN LA DINAMICA DEL ECOSISTEMA POR LA SOBREPESCA:
La sobre pesca provoca la disminución de la capacidad de reproducción de algunas especies, ya que actúa principalmente sobre las tallas más grandes, que corresponden a la fracción adulta de la población y de mayor capacidad reproductora. Asimismo, puede inducir a desequilibrios en la dinámica de los ecosistemas. Por poner un ejemplo, el descenso de algunas especies de interés pesquero que eran predadores del erizo de Lima ha originado un aumento de la población de dicho equinodermo, compitiendo por los recursos alimenticios con herbívoros tan emblemáticos como la Vieja.
QUE SE PUEDE HACER
Controlar más la pesca. Estudiar las zonas con mayor actividad pesquera y prever las consecuencias posibles al exceso de pesca.
- LA CONTAMINACION MARINA PROVOCADA POR RESIDUOS DE ORIGEN URBANO:
La contaminación marina provocada por residuos de origen urbano trae consigo la degradación del hábitat, simplificando la estructura de los ecosistemas con la consecuente perdida de biodiversidad. Es aumento de materia orgánica afecta a praderas de fanerógamas, conocidas también como sebadales que son zonas importantes de cría de alevines y juveniles en el ecosistema litoral.
QUE SE PUEDE HACER:
Controlar la industria relacionada con el ecosistema marino para que no se viertan al mar grandes cantidades de vertidos tóxicos muy peligrosos.
- MOLESTIAS EN LAS POBLACIONES MARINAS:
El impacto que producen determinadas actividades recreativas, como la de observación de cetáceos, que tiene lugar especialmente en el suroeste de Tenerife afectando sobre todo a las colonias de calderón tropical y al delfín mular. Estas actividades causan numerosas molestias sobre estas poblaciones y suponen un riesgo por colisión.
QUE SE PUEDE HACER:
Restringir el acceso libre a estas actividades.
- LA CONTAMINACION DEL MAR
Demasiadas veces hemos creído que el mar se lo puede llevar todo, que puede esconderlo todo bajo la inmensa alfombra de sus aguas. Pero esta es una misión que el hombre exige y que el mar no puede cumplir. Hidrocarburos, metales pesados, aguas fecales, productos químicos, materiales radioactivos, terminan sus días en un lugar común. El mar dispersa, diluye y degrada, pero su capacidad tiene un límite.
La misma evidencia de los abusos ha provocado que la necesidad de conservarlo encontrara un sitio en la conciencia colectiva; incluso en las agendas de muchas administraciones. Aún así, la presión de las actividades humanas en el continente y los accidentes evitables en el mar debilitan toda actuación positiva.
De seguir así, la salud del mar corre el riesgo de quedar dañada para siempre.
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