Estas criaturas unicelulares residen dentro de los tejidos del coral y proporcionan al organismo huésped con un máximo de 90 por ciento de su energía. La energía solar y los productos químicos derivados de las algas que dan a las especies de coral del mundo un arco iris de colores vivos. Desafortunadamente, las colonias de coral de gran valor ecológico de todo el mundo están siendo amenazados por una bacteria del océano, que es conocida como coralliilyticus Vibrio. Cuando el microbio se convierte en virulento, que puede infiltrarse en los corales y desalojar a las zooxantelas, causando que el coral pierda su pigmentación. Cuando la simbiosis se rompe pasando el tiempo, el coral se muere de hambre.
Los científicos ambientalistas han demostrado en experimentos de laboratorio que la virulencia de V. coralliilyticus depende de la temperatura, provocando decoloración a temperaturas superiores a 24 grados Celsius (75 grados Fahrenheit). Estos hallazgos han hecho surgir la preocupación de que la temperatura del océano cada vez mayor - ya sea a través de los cambios estacionales naturales o a través de las tendencias del cambio climático - pueden conducir a un mayor riesgo de decoloración de los corales generalizado. Durante las últimas dos décadas, se ha informado que cerca del 30 por ciento de los arrecifes de coral del mundo - y los ecosistemas que la - han sido severamente degradados por la decoloración. En un artículo reciente en Ciencia y Tecnología Ambiental, el equipo de investigación HML describe cómo utilizar la resonancia magnética nuclear (RMN) para estudiar los cambios metabólicos en V. coralliilyticus resultantes de los efectos de la temperatura.
Los científicos ambientalistas han demostrado en experimentos de laboratorio que la virulencia de V. coralliilyticus depende de la temperatura, provocando decoloración a temperaturas superiores a 24 grados Celsius (75 grados Fahrenheit). Estos hallazgos han hecho surgir la preocupación de que la temperatura del océano cada vez mayor - ya sea a través de los cambios estacionales naturales o a través de las tendencias del cambio climático - pueden conducir a un mayor riesgo de decoloración de los corales generalizado. Durante las últimas dos décadas, se ha informado que cerca del 30 por ciento de los arrecifes de coral del mundo - y los ecosistemas que la - han sido severamente degradados por la decoloración. En un artículo reciente en Ciencia y Tecnología Ambiental, el equipo de investigación HML describe cómo utilizar la resonancia magnética nuclear (RMN) para estudiar los cambios metabólicos en V. coralliilyticus resultantes de los efectos de la temperatura.
La técnica permite el descubrimiento de pequeñas moléculas del metabolismo de compuestos relacionados que se correlacionan con diferentes condiciones biológicas. En este estudio, los niveles de tres compuestos - betaína, glutamato y de succinato - que ayudan a regular la producción de energía y la presión osmótica (un mecanismo para mantener la integridad celular) en coralliilyticus V. estaban decididos a variar significativamente entre los 24 grados centígrados cuando la bacteria no es virulenta y 27 grados Celsius (81 grados Fahrenheit) cuando es.
Estos cambios metabólicos, segun el equipo de HML cree, son claves para saber por qué el pequeño cambio de temperatura puede convertirse no virulenta coralliilyticus V. en una amenaza de decoloración de corales.
Estos cambios metabólicos, segun el equipo de HML cree, son claves para saber por qué el pequeño cambio de temperatura puede convertirse no virulenta coralliilyticus V. en una amenaza de decoloración de corales.
Los futuros estudios del meta-bolómico de coralliilyticus V. están previstos para comprender mejor la temperatura completa del mecanismo dependiente de participar en su patogenicidad. Los investigadores esperan que estos hallazgos conduzcan a una mejor comprensión de las relaciones simbióticas que existen en los corales sanos y los posibles efectos sobre las relaciones en las cambiantes condiciones ecológicas.
LAS CROMOPROTEÍNAS
Como bien sabemos, la coloración de los corales no viene determinada por las zooxanthellas, sino por los pigmentos anti-UV que segregan los corales para protegerse de las radiaciones. Las zooxanthellas son marrones, y por tanto su aumento favorece la coloración marrón de los corales y viceversa. En este principio y llevado a su extremo es en lo que se basa el sistema zeovit. Muy probablemente, el amarronamiento clásico de algunos SPS, como Stylophora rosas, o Pocillopora damicornis moradas, se deba a que en el acuario los niveles de nutrientes son mayores que en el arrecife, por lo que tras unas semanas en el acuario la población de zooxanthellas aumenta de forma considerable.
Pero como decimos, son los pigmentos que sintetiza el coral, para protegerse de las dañinas radiaciones ultravioleta, los que le dan a estos corales esos deseados colores. Se tratan de cromoproteínas, denominadas pocilloporinas, ya que fue en Pocillopora en las que primero se describieron. Existen dos tipos de pocilloporina: una es fluorescente, dando coloraciones típicamente verde fluorescente y cuya finalidad es proteger al coral (y sus zooxanthellas) de las radiaciones UV muy altas, así como reforzar la incidencia de la luz; por otro lado tenemos una pocilloporina llamativa, que es responsable de coloraciones más atractivas como naranjas, rojos o rosas, y cuyo objetivo es proteger al coral de las radiaciones.
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